Objetivos:
- Conservar la función respiratoria y el intercambio gaseoso eficaces.
- Aliviar el dolor al paciente.
- Evitar las posibles complicaciones por el procedimiento quirúrgico.
- Evitar y tratar las infecciones en el postoperatorio.
Diagnóstico:
- Respiración ineficaz relacionada con la alteración funcional debida a abertura de la cavidad pleural y depuración ineficaz de la vía aérea.
- Dolor relacionado con el procedimiento quirúrgico, al toser y al respirar.
- Alto riesgo de complicaciones relacionado con el procedimiento quirúrgico(toracotomía)
- Alto riesgo de infección relacionado con el procedimiento invasivo.
Actividades:
- Auscultar y percutir el tórax con frecuencia para conocer lo adecuado de la ventilación: permite detectar la dificultad respiratoria temprana.
- Aspirar las secreciones hasta que el paciente pueda eliminarlas con eficacia.
- Realización de terapia respiratoria e incentivo respiratorio (ejercicios de inspiración y expiración).
- Administrar analgésicos para aliviar el dolor, permitir que el paciente respire más profundo y tosa con mayor eficacia.
- Evitar deprimir los sistemas respiratorio y vascular con demasiados narcóticos; el paciente no debe están tan somnoliento que no tosa.
- Asistir a los pacientes con bloqueo nervioso intercostal para controlar el dolor.
- Colocarlo en posición correcta en cama.
- Vigilar en forma contínua el estado hemodinamico del paciente: tomar signos vitales cada 15 minutos.
- Vigilar la frecuencia cardiaca y el ritmo mediante auscultación y con ECG, ya que las arritmias son frecuentes después de la cirugía de tórax.
- Vigilar presión venosa central para identificar de inmediato una hipovolemia y para descubrir datos de administración excesiva de líquidos.
- Vigilar el gasto cardiaco y presión en cuña pulmonar o presiones promedio de aurícula izquierda.
- Elevar la cabecera de la cama 30 a 40 grados cuando el paciente esté orientado y se haya estabilizado su presión arterial.
- Vigilar y atender cuidadosamente el sistema de drenaje del tórax, que se utiliza para eliminar el aire o líquido residual después de la toracotomía.
- Administrar oxígeno húmedo en el postoperatorio inmediato para asegurar una oxigenación máxima.
- Vigilar si hay insuficiencia respiratoria y sensación de opresión en el tórax.
- Observar si hay inquietud, por lo general el primer signo de hipoxia.
- Control de temperatura cada 2 horas, la hipertermia nos puede indicar que hay un foco de infección.
- Administrar antibióticos según prescripción médica.
- Realizar curación del sitio de inserción del tubo con estricta técnica aséptica.
- Vigilar signos de infección alrededor de la herida: enrojecimiento, calor, rubor o salida de secreción purulenta.
Resultados:
- El paciente conserva una respiración eficaz: frecuencia respiratoria y gases en sangre normales, no hay sibilancias o estertores crepitantes; es capaz de expectorar las secreciones.
- El paciente presenta signos vitales dentro de parámetros normales, no hay signos de dificultad respiratoria.
- El paciente no presenta infecciones en el postoperatorio.
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