Objetivos:
- Mejorar la movilidad física.
- Mantener la integridad de la piel.
- Fomentar el control vesical y rectal.
Diagnóstico:
- Trastorno de la movilidad física relacionado con el déficit neurológico permanente.
- Posibilidad de úlceras por decúbito relacionadas con el déficit sensitivo, falta de movilidad y espasticidad.
- Incontinencia o retención urinaria relacionada con lesión de médula espinal.
Actividades:
- Colocar medias elásticas desde los dedos de los pies hasta el muslo para evitar el almacenamiento de sangre en el área abdominal.
- Utilizar una mesa volcable, para ayudarlos a superar la inestabilidad vasomotora y tolerar la posición erecta.
- Estimular al paciente a seguir con los ejercicios de fortalecimiento muscular para las manos, brazos, hombros, tórax, columna vertebral, abdomen y nuca: el paciente debe sostener todo su peso sobre estos músculos.
- Usar dispositivos de asistencia para permitir la participación más plena del paciente.
- Realizar cambios de posición cada dos horas.
- Realizar lubricación de la piel con cremas protectoras.
- Vigilar signos de presión como enrojecimiento y ardor.
- Usar almohadillas para colocar en las articulaciones.
- En los posible, usar colchón antiescaras.
- Enseñar al paciente ejercicios de adiestramiento vesical.
- Enseñar al paciente el programa de adiestramiento rectal.
- Administrar laxantes si está indicado.
- Colocar sonda vesical.
- Enseñar al paciente a realizar los cateterismos vesicales por sí solos.
Resultados:
- Logra una movilidad modificada: independencia en los auto-cuidados gracias a un equipo de adaptación apropiado.
- Alcanza y conserva la integridad de la piel.
- Alcanza y conserva el control de vejiga y recto
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