Objetivos:
- Reducir la ansiedad.
- Disminuir el dolor y las molestias.
- Evitar la hemorragia en el postoperatorio.
- Apoyar al paciente a adaptarse a la imagen corporal.
- Prevenir contracturas
Diagnóstico:
- Duelo anticipado relacionado con la pérdida de la parte del cuerpo y los cambios futuros en el estilo de vida.
- Dolor relacionado con la cirugía, sensación de miembro fantasma.
- Posible hemorragia relacionada con hemostasia inadecuada o que se ha roto.
- Trastorno de la imagen corporal relacionado con los efectos negativos de la amputación, respuesta de los demás.
- Posible deformidad relacionada con contractura por la inactividad y postura.
Actividades:
- Dar apoyo psicológico, pues saber a qué atenerse reduce la ansiedad.
- Evitar dar expectativas poco realistas o falsas: el adaptarse a una prótesis puede ser un proceso lento y doloroso.
- Explicar al paciente que el procedimiento quirúrgico puede considerarse en algunos casos como reconstructivo, y un primer paso hacia la rehabilitación en personas que han sufrido durante mucho tiempo de enfermedad vascular periférica.
- Administrar analgésicos según prescripción.
- Explicarle que seguirá sintiendo el pie durante algún tiempo. Esta sensación quizá ayuda a la colocación de la prótesis en tanto aprende a usarla.
- Evitar el roce de superficies con el muñón.
- Aflojar vendajes en caso de que estén causando mucha presión.
- Elevar un poco el pie de la cama para tener el muñón en alto. No flexionar la cadera subiendo el muñón a una almohada, pues se obtendrá una contractura de la cadera en flexión
- Vigilar síntomas sistémicos de hemorragia.
- Conservar un registro preciso de la pérdida de sangre en los apósitos y sistemas de drenaje.
- Reforzar el apósito según sea necesario, mediante técnicas de asepsia.
- Aceptar las frustraciones y conducta del enfermo: el paciente ve la amputación como la muerte de una parte de su cuerpo; es de esperar cierto grado de depresión y retraimiento.
- Manifestar una aptitud positiva combinada con la fisioterapia. Esto mejora la perspectiva del paciente.
- Envolver el muñón con vendaje elástico para controlar el edema y para formar un cono firme donde se ajuste la prótesis.
- La envoltura suele empezar uno o tres días después de la operación.
- La envoltura del vendaje va de distal a proximal para conservar el gradiente de presión y controlar el edema.
- Empezar a vendar con tensión mínima y aumentarla conforme cicatrice la herida y se quiten los puntos.
- Aplanar la piel en los extremos de la incisión para asegurar una forma cónica del muñón.
- Repetir el vendaje si el enfermo se queja de dolor más intenso; probablemente esté demasiado apretado.
- Conservar el muñón siempre vendado excepto durante el baño.
- La prótesis se mide y adapta cuando haya ocurrido el máximo encogimiento.
- Permitir que el paciente participe en el vendaje de su muñón.
- Puede aplicarse una férula cerca al muñón para controlar el edema.
- Alentar los ejercicios para fortalecer los músculos necesarios para caminar: flexión de cadera, abducción, aducción y extensión.
- Enseñarlo a que evite permanecer lapsos prolongados sentado con la extremidad.
Resultados:
- Manifiesta conducta de auto-estimación y se adapta a la alteración en la movilidad.
- Manifiesta disminución del dolor.
- No presenta una hemorragia excesiva después de la operación y las cifras hematológicas están dentro de límites normales.
- Manifiesta adaptación al cambio de imagen corporal y funciona de forma independiente, usa el muñón, usa dispositivos auxiliares para un solo brazo si es necesario.
- Evita que se formen contracturas, ejercita el muñón, evita las posiciones que facilitan la presentación de contracturas, pasa cada vez más tiempo boca abajo para inhibir la contractura por flexión.
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