Objetivos:
- Adoptar medidas para aliviar la dificultad respiratoria.
- Proporcionar hidratación en condiciones adecuadas para licuar las secreciones y despegarlas de los bronquios y conservar el equilibrio electrolítico.
- Recomendar al niño y a los padres que adopten medidas para conservar salud óptima, prevenir ataques agudos, aliviar síntomas crónicos y evitar la incapacidad respiratoria.
- Enseñar al niño y sus padres las medidas de protección para evitar los ataques de asma.
Diagnóstico:
- Alteraciones de la función respiratoria (alcalosis o acidosis respiratoria e hipoxemia), relacionadas con trastorno del intercambio gaseoso.
- Alteración en el estado de hidratación relacionado con la hiperventilación y a la reducción en la ingestión de líquidos.
- Angustia relacionada con la dificultad para respirar y la hospitalización.
- Alteración en el mantenimiento de la salud relacionada con el déficit de conocimientos con respecto a los desencadenantes físicos, medicamentos, tratamiento de los signos tempranos de alarma secundarios a una información insuficiente acerca del asma,
Actividades:
- Colocar al niño en posición de Fowler alta para permitir la máxima expansión pulmonar.
- Colocar una mesa acojinada con una almohada enfrente del niño; permitirle que extienda los brazos sobre la mesa; esta es una posición cómoda para utilizar al máximo los músculos accesorios de la respiración.
- Administrar oxígeno antes que aparezca la cianosis.
- Se puede emplear humedificación, con oxígeno o sin él, para reducir la viscosidad de las secreciones y disminuir el edema y la inflamación de la mucosa.
- Usar broncodilatadores en aerosol o en inhalaciones.
- Vigilar signos de deshidratación: falta de turgencia en la piel, ausencia de lágrimas, zonas resecas en los labios, fontanela deprimida, reducción de la excreción urinaria; orina con densidad elevada, aspecto concentrado.
- Administrar líquidos por vía parenteral.
- Alentar la ingestión de líquidos.
- Evitar bebidas gaseosas cuando la respiración sea jadeante.
- Tan pronto como sea posible, el niño debe tomar una dieta normal.
- Observar signos de sobrecarga líquida y edema pulmonar, que se pueden producir por la elevación de la presión negativa dentro de la cavidad pleural que ocurre durante el broncoespasmo.
- Proporcionar tratamiento psicológico.
- Conservar la tranquilidad y estabilidad emocional del niño.
- Conservar el optimismo.
- Brindar tratamiento médico de control. Vigilar que se cumpla con el régimen prescrito.
- Tratar prontamente las infecciones que se presenten y los síntomas respiratorios evolutivos o de reciente aparición.
- Conservar su habitación sin polvo cuanto sea posible.
- Quitar muebles tapizados, cortinas, alfombras, cuadros y otros objetos que almacenen polvo.
- Usar cobertores de algodón o sintéticos y colchas lavables (no afelpadas ni con adornos).
- No usar insecticidas u otros artículos en pulverizaciones en la recámara.
- Evitar olores irritantes, como pinturas, humo de tabaco, olores irritantes de la cocina etc.
- Evitar bebidas gaseosas, especialmente cuando hay jadeo.
- No hacer ejercicios físicos que causen jadeo o acortamiento excesivo de la respiración.
- Tomar sólo los fármacos prescritos por el médico.
Resultados:
- Muestra mejoría de la función respiratoria; abatimiento rápido de los síntomas, valores normales de los gases en sangre.
- Tiene una hidratación adecuada; densidad urinaria y cifras de signos vitales, dentro de límites normales; tejidos con turgencia normal.
- Muestra poca angustia; conducta calmada y mejoría de la función respiratoria.
- El paciente y los padres tienen conocimientos acerca del tratamiento de la enfermedad y de los factores de riesgo que deben evitar.
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