Objetivos:
- Conservar una tracción eficaz.
- Conservar intacto el estado neurovascular de la extremidad que tiene inmovilidad.
- Conservar la integridad de la piel.
- Evitar la infección en el sitio del clavo.
Diagnóstico:
- Posibles problemas provocados por la inmovilización (debilidad musculoesquelética, trastornos de la función respiratoria, estreñimiento) relacionados con el tratamiento con tracción.
- Posible daño neurovascular relacionado con la lesión en sí o por el tratamiento.
- Posible alteración de la integridad de la piel relacionada con la presión de la tracción sobre los tejidos blandos.
- Posible infección por invasión bacteriana relacionada con la tracción esquelética en su sitio de inserción
Actividades:
- Revisar el aparato de tracción a intervalos frecuentes para verificar que la dirección es adecuada y que las cuerdas no están obstruidas, que los pesos están en la posición apropiada y que el paciente está cómodo.
- Las cuerdas y poleas deben poderse mover libremente.
- La tracción debe ser continua para que sea eficaz, a menos que la prescripción indique tracción intermitente, como el caso de la pélvica.
- Conservar una contracción adecuada ajustando la posición de la cama.
- Valorar función específica del ciático poplíteo externo. Solicitar al paciente que señale su nariz con el dedo gordo del pie, interrogar si existen sensaciones anormales.
- Valorar otros nervios como el cubital, mediano, radial, que pudieran comprimirse.
- Verificar si la circulación es adecuada (color, temperatura, movimiento, llenado capilar de dedos de manos o pies).
- Avisar al médico oportunamente si se descubren alteraciones neurovasculares.
- Observar con frecuencia las prominencias óseas en busca de datos de presión o irritación por fricción.
- Buscar irritación cutánea cerca de las bandas de tracción.
- Investigar presión bajo el cabestrillo del hueso poplíteo.
- Debe informarse al médico cualquier queja de sensación urente bajo el vendaje de tracción.
- Debe prestarse cuidados a la espalda a intervalos regulares, ya que el paciente está en posición supina.
- Aliviar la presión sin perder la eficacia de la tracción.
- Vigilar signos de infección, sobre todo alrededor del clavo, tales como calor, enrojecimiento o fiebre.
- Realizar curaciones diarias en el sitio de inserción de los clavos.
- Administrar antibióticos según prescripción.
- Usar técnica aséptica durante los cambios de gasas alrededor del clavo.
Resultados:
- Logra tracción eficaz, inmovilización y comodidad.
- Conserva funciones neurovasculares normales: sensibilidad, movimientos y parámetros circulatorios, normales.
- No manifiesta degradación de la piel, no hay enrojecimiento por puntos de presión.
- No presenta infección en el sitio de inserción de la tracción, no hay inflamación, enrojecimiento, dolor excesivo, no hay fiebre.
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