Objetivos:
- Mantener el equilibrio hidroelectrolítico.
- Evitar la diseminación de la infección.
- Proporcionar medios y ayudar a reanudar la ingestión calórica y el volumen adecuados.
- Evitar el malestar generado por la enfermedad.
Diagnóstico:
- Desequilibrio hidroelectrolítico relacionado con la diarrea y la pérdida del líquido extracelular.
- Posibilidad de infecciones adicionales relacionadas con el estado de debilitamiento y los trastornos del estado nutricional.
- Alteración del estado nutricional relacionado con la mala absorción.
- Malestar relacionado con los efectos de la enfermedad y el tratamiento.
Actividades:
- Administrar líquidos y electrolitos según prescripción médica.
- Pesar al paciente todos los días para tener una guía de las necesidades específicas de líquidos y su estado.
- Cuando se dan alimentos por la boca y líquido IV al mismo tiempo, es necesario apegarse cuidadosamente al volumen prescrito para evitar sobrecarga circulatoria.
- Evitar la diseminación de la infección, utilizando técnicas adecuadas para el lavado de las manos y el uso de bata, según lo indique la política del hospital.
- Colocar los pañales en las bolsas de reciclaje una vez usados por el niño.
- Aislar al niño con diarrea hasta tanto no se determine la causa (los gérmenes pueden diseminarse rápidamente y con facilidad en lactantes y pequeños), esto se hace según política de cada hospital.
- Si la diarrea es leve pueden administrarse soluciones de electrolitos por vía bucal.
- Los líquidos suelen aumentarse lentamente de puros, como agua con sabores de gelatinas, a la fórmula de 50% hasta la dieta regular. En niños mayores pueden aumentarse con mayor rapidez.
- A medida que se aumenta la dieta, observar si hay vómitos o más heces y comunicarlo de inmediato.
- No deben reanudarse los alimentos muy pronto ni aumentarlos con rapidez, porque puede sobrevenir la diarrea.
- Control de signos vitales con frecuencia.
- Anotar las características y número de evacuaciones.
- Anotar la actividad, grado de conciencia y signos neurológicos.
- Observar si hay vómitos: Frecuencia y características.
- Anotar la diuresis: cantidad, frecuencia y características.
- Vigilar si se presenta edema.
- Valorar la conducta del niño para determinar cómo se siente: la alimentación y el sueño tranquilo indican que está bastante bien.
- El llanto o las piernas flexionadas sobre el abdomen suelen indicar dolor.
Resultados:
- Mantiene un estado de hidratación adecuado, conserva el equilibrio acidobásico e hidroelectrolítico; valores de laboratorio normales.
- Se encuentra sin infecciones secundarias, signos vitales y valores de laboratorio normales.
- Restablece un modelo de eliminación intestinal próximo a la normalidad, aumenta de peso, come mayor cantidad de alimentos sólidos.
- Disminuyen las molestias y los dolores abdominales, descansa tranquilo, se queja menos, signos vitales estables.
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