Objetivos:
- Restablecer la hidratación y el equilibrio de líquidos.
- Evitar los vómitos y mejorar su estado nutricional.
- Proporcionar comodidad al niño.
Actividades:
- Administrar líquidos intravenosos si está indicado, para corregir la deshidratación, alcalosis metabólica y deficiencia de electrolítos.
- Control estricto de líquidos administrados y eliminados.
- Peso diario, sirve como guía para calcular las necesidades de líquidos parenterales.
- Tomar muestras para electrolitos en sangre.
- Colocar sonda nasogástrica a drenaje.
- Cuando inicie alimentación bucal, dar raciones pequeñas, frecuentes, con lentitud.
- Alentar al paciente para que eructe antes, durante y después de la alimentación.
- Dar alimentación más espesa.
- Mantener al paciente en posición semisentado durante la alimentación, colocarlo ligeramente sobre el lado derecho, para ayudarlo al vaciamiento gástrico.
- Moverlo lo menos posible después de comer
- Manifiesta mayor bienestar, descansa por periodos más largos, se muestra satisfecho después de las comidas, no hay signos de peristaltismo marcado o distensión abdominal.
- Mantener un contacto físico o proximidad de la enfermera o la madre.
- La estimulación auditiva o visual puede calmarlo.
- Palpación mínima de la aceituna pilórica; esto disminuye el peligro de infecciones postoperatorias de la herida por contusión de la pared abdominal y excoriación de los tejidos en el sitio quirúrgico.
Resultados:
- Alcanza y conserva el equilibrio hidroelectrolítico, buen estado de hidratación; experimenta menos crisis de vómitos, piel con turgencia normal.
- Mejora el estado nutricional, retiene los alimentos, muestra mayor actividad y aumento de peso.
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