Objetivos:
- Restaurar el funcionamiento intestinal
Diagnóstico:
- Estreñimiento relacionado con la reducción del aporte de líquidos; disminución del aporte de alimentos con volumen; inactividad; inmovilidad; déficit de conocimientos de hábitos intestinales apropiados; ausencia de privacidad en la defecación.
- Dolor y sangrado relacionado con la defecación.
Actividades:
- Revisar conjuntamente la dieta diaria y fomentar la toma de alimentos ricos en residuos y fibras (frutas, verduras, hortalizas, cereales), según preferencias.
- Establecer una pauta para la toma de un mínimo de 2.000 ml/día de líquidos, si no existen contraindicaciones.
- Establecer un plan de ejercicio moderado y regular. Si no está contraindicado, aconsejar ejercicios que aumenten el tono muscular abdominal
- Si tolera el salvado, iniciar su toma con moderación, aumentando gradualmente la cantidad.
- Explicar los efectos negativos de ignorar repetidamente el reflejo de defecación cuando se presenta.
- Explicar la eficacia de la toma de 1-2 vasos de agua tibia en ayunas.
- Evitar a ser posible, el uso de laxantes. En algunos casos, y previa consulta con el médico, aconsejar el empleo de ablandadores de las heces.
- Si hay fecalomas, intentar romperlos mediante tacto rectal y eliminar manualmente los trozos. Si no es posible, valorar la conveniencia de aplicar un enema de limpieza.
- Comprobar si la persona sigue algún tratamiento farmacológico que pudiera contribuir al problema: en caso necesario, que consulte al médico.
Resultados:
- Recuperará su hábito intestinal normal.
- Adecuará sus hábitos higiénico- dietéticos a los requerimientos actuales.
- Expresará una reducción o la eliminación del dolor al defecar, si es aplicable.
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