Objetivos:
- Aumentar el riego sanguíneo arterial de los tejidos y reducir la congestión venosa.
- Aumentar el riego sanguíneo hacia las extremidades.
Diagnóstico:
- Dolor relacionado a la reducción del riego sanguíneo.
- Posibles alteraciones del riego tisular relacionado con la isquemia.
Actividades:
- Incentivar al paciente a caminar, usar dispositivos de ayuda según sea necesario: andador, bastón, etc.
- Realizar ejercicios de elevar las extremidades dos minutos hasta que palidezcan, luego bajarlas hasta que tomen un color rosa; repetir 1, 2 y 3 veces; repetir toda la secuencia tres veces al día.
- Realizar frote lento en las piernas para estimular el flujo sanguíneo colateral no sólo de las piernas, sino también del miocardio.
- Se puede aplicar calor externo a una extremidad, esto aumenta la demanda de circulación, no se debe aplicar si hay tejidos enfermos, pues puede ocurrir quemaduras y necrosis.
- Conservar un medio tibio y humedecido.
- Ponerse ropa caliente antes de salir al aire frío; proteger las manos y pies con revestimiento de lana en guantes y botas para prevenir la vasoconstricción.
- Darse un baño caliente para contrarrestar el enfriamiento; sustituir el frotamiento vigoroso de la piel después del baño con un palmoteo suave.
- La caminata es la mejor forma de ejercicio activo o pasivo de las extremidades.
- Usar analgésicos y tranquilizantes según se requiera
- Usar medias elásticas según necesidad.
Resultados:
- El paciente muestra aumento del riego sanguíneo arterial hacia las extremidades: pulsos palpables, extremidades tibias, reducción del dolor, color normal.
- Fomenta la vasodilatación al cumplir con las medidas apropiadas.
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